Mi encuentro con Su Santidad.

foto tomada durante la JMJ 2011

Mi encuentro con Su Santidad fue algo cidentado, recuerdo que para irme a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ2011) tuve numerosos inconvenientes que iban desde sacar autorización en el trabajo hasta problemas por mi permiso de salida.

El primer día en España, recién bajándome del avión, la delegación ecuatoriana que viajaba conmigo estaba esperándome en la plaza del Sol, para quién no conozca este sitio, es una plazoleta  gigantesca, el peor lugar para quedar en encontrarse con alguien y si a eso le sumamos 3 millones de personas adicionales que habían en Madrid, la búsqueda se hacía imposible, 


Sin embargo, después de dos horas y de una búsqueda incansable, encontré al grupo. Realmente estaba preocupado pero nada iba a poder desdibujar la felicidad que representaba estar en esa fiesta de la juventud..

Luego de andar un día entero con equipaje de mochilero por el metro y las calles de Madrid, tuve oportunidad de descansar en un albergue público que habían preparado para todos los peregrinos venidos de Ecuador.

Los días posteriores estuvieron marcados por la alegría, todos los problemas iniciales fueron desterrados por la felicidad que me producía estar en Madrid. 

El plato fuerte estaba por llegar. El papa emérito  Benedicto XVI iba a recibir la  visita de 2 millones de peregrinos de todas partes del mundo en la Plaza de Cibeles y nosotros ibamos a ir. No me pregunten como, pero logramos escabullirnos hasta lugares realmente privilegiados.

Ya en Cibeles, todo fue una locura... La camaradería, el entusiasmo, la festividad eran desbordantes.

Al ritmo de Benedicto, Benedicto, miles de gargantas aclamaban al más venerable anciano que la juventud haya tenido de ejemplo. Los idiomas no eran impedimentos para que bajo la figura de Jesucristo gritáramos "esta es la juventud del papa", los gritos ensordecedores retumbaban en nuestros corazones.

El recorrido del papamóvil evito nuestra ubicación, pero de solo saber que estaba ahí,  frente nuestro Su Santidad Benedicto XVI, sabíamos que estábamos en la Santa Iglesia fundada por Jesucristo, sabíamos que estábamos frente al sucesor apostólico de Pedro, teníamos la certeza que 2000 años estaban frente a nosotros. Y es así como no pude ver al papa, pero su sola figura generó en mí, los más generosos placeres de sentirme en el lugar correcto.

Gracias su santidad.
@andreseliascom





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