¡Qué importante eres mujer!


MUJER DE FE

 

Nació con el privilegio de ser mujer. Más adelante, cubierta de blanco, miraba con ojos cálidos la esencia de la vida… Cuando de pronto, una bendición le franqueó la entrada hacia su mayor anhelo: ser mamá.  Su menudo cuerpo airoso de pureza y sus delicadas manos cargaban con tierna precisión la vida de su amado hijo Jesús. Símbolo máximo de la mujer católica, la virgen María.
Allí están mujeres de cambio y de esperanza,  madres entregadas con su familia y sus iguales, aguerridas en la lucha diaria de la vida y amorosas en defensa de los vulnerables. Un cuerpo tan diminuto para un gran ser. Su infinita belleza coquetea con los ojos que la ven mientras se queda lejos de lo mucho que importa el cariño y la pasión que su sola presencia entregan.
¿Imaginarse un mundo sin mamás, sin hijas, sin amigas? No me lo creo posible. Sería como vivir aislados, en resignación de la fuerza del hombre, sin cuidados que abordar, sin amores que encontrar y una vida que no se da para más. Mientras mi rostro me dibuja una sonrisa, pienso: ¡Qué importante eres mujer!
 
María José Paredes

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