Cambiarse de sexo, como cambiarse de camiseta



Juan Carlos Castelblanco

Cambiarse de sexo, como cambiarse de camiseta

Hace dos meses en la Asamblea Nacional se aprobó en primer debate una propuesta de reforma a la ley de Registro Civil, Cedulación e Identificación que tenía, entre otros artículos, el siguiente:

Articulo 18.- A continuación del artículo 89 modificado, agréguese el siguiente artículo:

“Artículo 89A.- Rectificación registral del sexo y nombres.- Toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo y el consiguiente cambio de nombres, cuando no coincidan con su identidad de género, para lo cual se deberá observar al menos los siguientes requisitos:

“1. Acreditar la edad mínima de dieciocho (18) años de edad.

“2. La declaración juramentada ante notario público de la autodeterminación de género”.

Sorprende el impacto de su alcance, la propuesta podría generar inseguridad jurídica y darle un giro de 180 grados a la familia como la conocíamos hasta ahora.

La única institución que certifica nuestra identidad es el Registro Civil, no basta con asegurar quienes somos, hay que demostrarlo y para eso usamos nuestra cédula, lo vivimos cada día al realizar trámites o cambiar un cheque. Si esta propuesta de reforma a la ley llega al Registro Oficial, alguien podría utilizar elSorprende el impacto de su alcance, la propuesta podría generar inseguridad jurídica y darle un giro de 180 grados a la familia como la conocíamos hasta ahora. artículo 89, para conseguir el cambio de sus nombres y sexo, tratando de lograr privilegios. Ya no sería Pedro el padre que buscan por pensiones alimenticias impagas, ahora sería Rosa, autodeterminada de un sexo diferente que rechaza la deuda. Ya no sería Carlos el convicto que va a la Penitenciaría, pues es más conveniente presentarse ante notario e ir a la cárcel de mujeres. Podría un joven creativo encontrar muchas ventajas al tener una cédula que le permita asistir a eventos y sitios exclusivos del sexo opuesto. Y así son innumerables las aplicaciones de esta propuesta de reforma, que puede llevar a la pérdida de los historiales crediticios y al caos a nivel de mantenimiento de los récords de las personas. ¿Se estaría legalizando la mentira en Ecuador? A esto llamamos inseguridad jurídica.

Sin embargo, todo lo anterior no tiene parangón con el impacto que tendría sobre la familia, puesto que ahora una persona podría cambiar su nombre y sexo con la ayuda de un notario y el pago de una tasa, para luego contraer matrimonio con alguien del mismo sexo biológico, aunque la Constitución en su artículo 67 consagra que “el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer”, tiempo después este “matrimonio” podría iniciar un proceso de adopción, que aparentemente sería legal, aunque la Constitución al final de su artículo 68 nos dice: “La adopción corresponderá solo a parejas de distinto sexo”. No se ha definido qué pasaría con un matrimonio que se va ante notario y una de las personas solicita su cambio de sexo, sería un matrimonio entre Cristina y Sonia según sus cédulas.

Ahora el Registro Civil podría certificar que dos personas son de distinto sexo, aunque su ADN diga lo contrario. La institución nos dirá que la ciencia está equivocada, que ellos certifican que Pedro y Juan son legalmente de distinto sexo, que se pueden casar y adoptar hijos.

La sabiduría popular nos advierte: “hecha la ley, hecha la trampa”, esto pudo avanzar porque lo hicieron sin conocimiento de las familias ecuatorianas, socializándolo solo entre grupos minoritarios, discriminando a quienes pensamos diferente.

Y solo mencionamos uno de los 25 artículos del proyecto.

El pasado 27 de febrero la iniciativa ciudadana “14 Millones” presentó 42.972 firmas ante la comisión responsable de este proyecto de reforma, lo que nos legitimó para denunciar sus riesgos e inconstitucionalidad. Antes el Registro Civil manifestó que estas reformas no eran necesarias puesto que tenían listo un nuevo proyecto de ley.

En las elecciones pasadas, el pueblo ecuatoriano ratificó su rechazo a posturas de grupos que promueven estas iniciativas atentatorias a la vida y familia. Los que buscan imponer estas ideologías imperialistas o aprobar el aborto fueron castigados en las urnas.

Nos alienta saber que “guerra avisada no mata gente”. Ahora ya lo sabes, siempre hay algo que hacer, desde cualquier lugar de la sociedad donde te encuentres, todos tenemos una responsabilidad con nuestras futuras generaciones.

Salvemos a la familia ecuatoriana, tenemos que hacer algo o a partir de ahora las personas podrían cambiar de sexo, como se cambian de camiseta.

Conozca más consecuencias de la ley en: consecuencias

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