Milton Castillo, candidato a la alcaldía de #Quito, entrevistado por el OEC


 

 OEC 1.- ¿Está de acuerdo en recurrir al aborto en cualquier circunstancia, ya sea en caso de violación, edad o salud de la madre?

 Personalmente no estoy de acuerdo en el aborto, no lo propiciarìa en circunstancias personales; creo que nadie en realidad, en sus cabales, puede estar de acuerdo con el aborto, pero la pregunta de fondo, aùn cuando existe  legislación para sancionarlo, sigue siendo si la gente dejará de hacerlo? Soy absolutamente contrario a propiciar la clandestinidad, el ocultamiento, porque precisamente, en la clandestinidad es donde está la maldad. La vida, precioso derecho, motivo inmenso de alegría desde la concepción, no siempre es bienvenido por la mujer que, dependiendo de su circunstancia personalísima de vida lo rechaza, y al momento de tal rechazo, la sanción la lleva a la mencionada clandestinidad y, si legislamos en contra, solamente le estamos cerrando, como sociedad las puertas para una salida.

 En Uruguay la reflexión fue esa: la sociedad no está para darle la espalda a la mujer, ni tampoco para juzgarla. Debe brindarle todo el apoyo del caso para la decisión que tome. El Estado, la autoridad como tal, debe crear políticas de amor hacia la vida pero también, para tender una mano de solidaridad cuando el caso se dé pues es la mujer en el contexto de su propia realidad quien tomará la decisión.

 En una comunidad indígena del centro del país, el capataz de una hacienda violó a una indígena que hacía labores de cocina. Ella calló durante los primeros dos meses hasta que no pudo ocultar que estaba embarazada. El padre de la “perjudicada” acudió a la comunidad y entre todos tomaron la decisión de imponerle al padre de la futura criatura, -a más de castigos físicos- la sanción de que le dé el apellido a la criatura, pague los gastos de su nacimiento y que le compre un terreno a la madre, a más de las pensiones mensuales de alimentos.

 En Esmeraldas, hace unos dos o tres meses atrás, llegaron dos mujeres negras solas con sangrados al Hospital público porque se provocaron abortos de manera informal y clandestina.  Una vez que salvaron su vida en el Hospital, fueron procesadas por la fiscalía, haciendo un via crucis aùn más grande a su ya dura decisión. Habían abortado, la una porque ya no podía mantener al sexto o séptimo de sus hijos y la otra porque la había violado su propio padre.

 Son casos que se explican no desde la ley o de la sanción sino desde la realidad de cada persona y donde la creación de una sociedad más solidaria es lo principal. En qué medida la ley propicia la solidaridad y no más bien cierra las puertas ?

 Más que leyes, necesitamos justicia y solidaridad y por lo tanto no soy quien para imaginarme siquiera si recurriría o no al aborto, tal como está planteada esta pregunta.

 OEC 2.- ¿Está de acuerdo en que dos personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio y adoptar niños como lo hace una pareja heterosexual?

 Empiezo contextualizando algo personal: Mi abuela materna, cuya memoria venero y soy incapaz de juzgar, fue madre soltera en la década de los 40 –en Ambato-, de dos mujercitas con distinto padre, vivió en la pobreza, sojuzgada por la sociedad y su propia familia. La única familia que tuvo fueron sus dos hijas. Ella fue padre y madre para ellas. Las tres enfrentaron la vida. Para unos quizá no eran familia, para mí, sí, y quizá de las más férreas.

 Por esto, estoy convencido de que toda persona tiene derecho a una familia, esa es una premisa innegable. A más que la Constitución de la República actual lo consagra.

 Ahora bien, guardando las distancias con mi caso familiar, y entrando a la pregunta hay que indicar que jurídicamente, existe una limitación real relacionada al concepto de “matrimonio” que trae el Código Civil. Éste es entre hombre y mujer, con el fin de procrear y auxiliarse mutuamente. El matrimonio no puede ser, por concepto, homosexual, porque no cumple dos de estos elementos. No es posible legalmente, que una pareja homosexual, puedan adoptar niños (por las mismas razones de la naturaleza legal del matrimonio) pero, si ya los han tenido antes de que vivan juntos (en virtud de relaciones heterosexuales) es un derecho innegable de los hijos tener una familia.

Respecto de las concepciones invitro o de manera asistida, debemos científicamente evaluar si los hijos que, de hecho, se han criado en esas circunstancias se han desarrollado integralmente. Aunque resulte duro para el prejuicio, siempre será mejor que los niños tengan una familia, aunque sea homosexual, que a criarse sin ella.

 OEC 3.- ¿Está de acuerdo con campañas que promueven el uso de anticonceptivos (PDD, DIU, parches etc.), masturbación, promiscuidad sexual y otras prácticas, a niños/as de 13 años en adelante sin la autorización de sus padres?

 Campañas de ese tipo sin un contexto de valorización de la dignidad del ser humano, de hacerlo en masa sin personalizar el mensaje, son incompletas e irresponsables.

 OEC 4.- ¿Qué piensa sobre las manifestaciones de las diferentes religiones de una sociedad? Si podría prohibir la libertad de culto, ¿lo haría?.

Las manifestaciones de las diferentes religiones deben ser, no solamente respetadas sino propiciadas; se debe respetar inclusive el que se opte por no tener religión. Lo que no se puede aceptar es el fanatismo ya que es siempre nocivo para una sociedad por el prejuicio que implica.

Es de la esencia del ser humano pensar diferente,  tener o no una religión, y toda autoridad está en la obligación de respetar ello.

Tener una religión, para una autoridad, le obliga doblemente porque debe, imprimir en su actuar, los principios que, respecto del amor y el respeto del otro le impone su creencia. Qué irónico resulta ver a autoridades que se dicen ser creyentes pero en su actuar destilan odio hacia quienes no piensan igual.

 Igualmente, si una autoridad no es creyente debe regirse por sus principios que se basan en la buena fe. Al respecto, se publicó en Diario El Comercio un editorial de mi autoría que se titula BONA FIDE, que se puede encontrar en este enlace http://www.elcomercio.com/noticias/bona-fide_0_190780963.html, y que se explica en su contenido.

 OEC 5.- ¿Cómo aportaría usted a que las personas de pocos recursos tengan una vida más digna?

 Siempre he creído que cuando una autoridad pública no actúa con permanente transparencia y mira hacia otro lado en casos de mal utilización de fondos públicos, niega una vida más digna a las personas de escasos recursos.

 Pienso, tal como lo dice su Santidad Francisco, que podemos ser pecadores pero jamás corruptos, que apropiarse de los bienes públicos merece una sanción ejemplar.

Considero que la política honrada y escrupulosa es la mejor forma de aportar a una vida digna de la gente. No sólo digna, sino también emancipatoria.

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