CATÓLICOS: DE MAYORÍA NOMINAL A MAYORÍA NO REPRESENTATIVA


Por: Andrés Elías (andreseliascom)
Para: observatorio Católico

La principal amenaza que se cierne hoy mismo para el Ecuador es la “vulnerabilidad de los derechos”. El derecho a practicar la religión está siendo amenazado, el derecho a la vida desde la concepción está por el mismo camino, el derecho a la libertad de expresión se encuentra borrado por la delgada línea del discurso oficial y la realidad, podría seguir con un sinnúmero de derechos debilitados, pero, lo que quiero ponderar es que el derecho de las mayorías se ha vulnerado  en los últimos seis años. 

Que el país tenga una ministra abiertamente hostil a los creyentes es algo muy importante que debe ser tomado en cuenta, aunque, también simboliza como ha ido evolucionando nuestra democracia para facultar a las minorías que lamentablemente una vez en el poder la intolerancia que tanto criticaban empiezan a ejercerla desde sus trincheras.

La Ministra de Salud es lesbiana. Carina Vance tuvo el privilegio de vivir en una época en la cual se puede ser homosexual y ministra sin que nadie se "espante". Hace algunos años en el orden tradicional del Ecuador eso hubiera sido imposible. Si bien es cierto el país ha avanzado en tolerancia, lo cual, y con ello la ministra debe estar segura que nadie saldrá a las calles a protestar por tener una ministra/lesbiana, de pronto, si descuida la Cartera de Estado o si decide quitar más oratorios o imágenes religiosas de los hospitales, lo haremos, pero en todo caso serían por otras razones.

En todo caso señora Ministra, tenga la plena certeza que en esta epoca post-modernista que relativiza hasta lo absoluto, ser lesbiana y ministra no causa mayor impacto, hasta hace una década atrás el odio y el terror hacia los homosexuales era compartido por propios y extraños y hubiera sido escandaloso que un presidente nombre a una ministra lesbiana y activista por los derechos de los homosexuales. Hoy vivimos en una sociedad más permisiva. Las campañas de sensibilización que astutamente implementaron a cuentagotas los GLBTI, han sido eficaces.

La nueva izquierda empodero a las minorías

En el Ecuador todos los ciudadanos que profesen determinado tipo de creencia deberían poder desarrollar todo su potencial, desde ateos hasta creyentes, ¡vivimos en un estado laico!, es el mantra de los liberales, que pretenden, que los católicos permanezcamos en silencio e inclusive tratan de decirnos que al no tener religión oficial, el Estado es por antonomasia “ateo”.

Nuestro país es católico, sin duda alguna, presidido por un presidente católico partidario de la doctrina social de la Iglesia. Esperaba más del señor presidente y en su segundo mandato, le pido públicamente que si ya logró algo que parecía inalcanzable para las minorías, como es alcanzar un poder que jamás imaginaron: ¿por qué debe ser imposible para Rafael Correa ser completamente coherente entre su gestión pública y la fe que profesa?

La agenda política y los lobbys anticatólicos se alimentan mutuamente para poder mantenerse en el ámbito de la revolución ciudadana y mantener al margen de las decisiones importantes a los “pacatas” como trató de encasillar Rossana Alvarado a quienes aún creen en los atemporales principios morales, lo que busca este hostigamiento intelectual, verbal, propagandístico es que la amplia mayoría católica tome un papel de mero espectador.

Existe una llamada nueva izquierda que va a tener efectos profundos en el futuro de la democracia latinoamericana. Y aunque nuestro país no esté preparado para Movimientos políticos como Ruptura (demostrado en las urnas). Estén, seguros, que no desaparecerán, regresarán y serán poder , por eso, en un futuro no muy lejano, los objetores de conciencia serán una especie en peligro de extinción. En este marco referencial veo apenado como muchos católicos no toman contacto con la realidad política y siguen dándole la espalda a movimientos pacíficos de resistencia civil católicos que son los que están defendiendo su DERECHO para que sigamos rezando el rosario en la calle con libertad y llevarlo al cuello.

Volviendo al tema

Es cierto, que en el Ecuador las minorías sexuales siguen siendo discriminadas. Y me da pena observar cómo se utiliza la discriminación para manipular al pueblo y lograr que la sociedad les otorgue ciertas ventajas con las cuales podrán llevar a cabo su experimento social de transformar la sociedad. Debemos de conocer que una vez obtenidos esos espacios tratarán de aplastar a sus opositores, si son gobierno. Los mismos que han luchado por los derechos de las GLBTI serán quienes lincharán sin formula de juicio a quienes los “atropellaron”.

Nuestra democracia los últimos seis años ha ido derribando barreras como las de la sexualidad y al, hacerlo, se ha abierto en el país un camino para que este sector de la sociedad ecuatoriana se eleve por sus propios méritos. Por este hecho expusimos el caso de la Ministra Carina Vance al principio.

Nuestro país tiene 34 años de retorno a la democracia, el actual Gobierno ha construido un sistema excepcionalmente diverso, impresionantemente complaciente. Alianza País, y suena raro decirlo desde alguien que no es afín al movimiento, es quizás el partido más multiétnico de la historia, y de mentalidad más incluyente que haya gobernado jamás el Ecuador. En este gobierno no hay exclusivismos étnicos, aunque observamos con temor que se está construyendo cierta ideología sobre raíces autoritarias y que esperamos evolucionen a una dirección más abierta a la crítica y plural en sus decisiones.

Los herederos de Eloy Alfaro tratan de preservar un espíritu de tolerancia y consenso, en esta perspectiva debe ser difícil respetar las reglas, aunque recuerden, la coherencia no tiene precio. El Gobierno aprecia la educación, la salud, pero hay un grupo importante que se siente excluido y agraviado con el reciente interés legislativo de implementar el aborto y la ideología de género en el país: la mayoría católica.

Los católicos ya no pueden actuar como una influencia restrictiva, según Thomas L. Friedman, la democracia es mucho más que ganar una elección. Es nutrir una cultura de inclusión y de dialogo pacifico, en la que los dirigentes se han ganado el respeto sorprendiendo a sus oponentes con compromisos y no con dictados.

El diálogo y la argumentación, construirán una democracia más abierta. Ahora más que nunca Ecuador necesita eso justamente; fomentar ese espíritu de diálogo, aunque nuestro país, no es una democracia profundamente dividida, y, los grandes segmentos de la población tienen conocimiento de los otros. Existe todavía una apatía entre clases sociales, tal vez, inclusive aupada, por la estrategia del  Gobierno de generar desconfianza entre cierto sector y otro.

La constitución en el artículo 95 faculta a los ciudadanos a participar de todas las decisiones públicas. Que la cultura de la inclusión ciudadana se implante realmente en el Ecuador, para que, podamos ser participes de los cambios, no solo espectadores o meros títeres, por eso le pido al comandante en jefe que se preocupe en atender este requerimiento. 

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