articulista invitado: @andreseliascom
Encender
la luz de tu dormitorio donde has dejado una ventana abierta puede llegar a
convertir el lugar en un cementerio de insectos. La luz propiciará un ritual
perturbador, los insectos voladores ingresarán a tu dormitorio en manadas
incontables volando antojados alrededor del bombillo encendido, como
queriéndose inmolar en una ofrenda de luz y calor.
Pero
todo este baile frenético de muerte involuntaria tiene una explicación
científica. Los
insectos voladores vuelan hacia un bombillo encendido y no es casualidad.
Esto no es suicidio colectivo de insectos. El aparente
suicidio surge como efecto colateral involuntario. ¿Efecto colateral?… ¿de qué? Bien, la luz
artificial del bombillo es un actor
reciente en la escena nocturna. Hasta muy poco, las únicas luces noctámbulas
eran las estrellas y la luna. Los entomólogos que son los profesionales que
estudian los insectos, han descubierto que los insectos utilizan estos astros
para orientarse y utilizan esa luz como una brújula.
Esta brújula de luz integrada en el sistema nervioso,
la mayor cantidad de veces da resultado, Gracias a ella pueden regresar a casa
luego de una escapada pero la misma brújula también confía ciegamente en la luz
artificial, esto tendrá un desenlace trágico ya que dirigirá al insecto
volador, hacia el calor abrasador de un foco encendido. Trasládelo a usted
mismo, y fíjese como usted puede
estar siendo guiado por ese comportamiento errático de autoinmolación a través
de gurúes o falsos maestros que son solo focos que lo distraen del principal
Sol que es Dios.
No adore la
creatura, adore al Creador, su principal meta deber ser llegar al cielo. No
quedarse contemplándolo.
@andreseliascom
No hay comentarios :
Publicar un comentario