ARZOBISPO PODRÍA IR A LA CÁRCEL POR DEFENDER EL MATRIMONIO

 En Ecuador estamos viviendo momentos muy especiales, día a día vamos redefiniendo hechos, conceptos y derechos, que hasta hace años era impensable, algunos ejemplos: Ya no hablamos de aborto, ahora decimos derecho a decidir, ya no hablamos de familia, hablamos de tipos de familias (¿?), ya no hablamos de matrimonio como estado civil, ahora cualquier unión puede ser un estado civil, ya no hablamos de hombre y mujer, ahora ud puede ser lo que quiera, cuando quiera y todo depende de su imaginario y de su construcción social (¿?)

Pero lo mas grave no es que solo hayamos aceptado esos términos de contrabando, lo extremadamente grave es que quien no acepte esas nuevas concepciones ideologizadas, es acusado de ignorante, retrasado y ahora resulta que hasta a la cárcel puede llegar quien se opone o critica o simplemente, se atreve a citar la ley, la ciencia, la voz del 85% del pueblo ecuatoriano para decir que esos nuevos “conceptos” no son mas que ideologías que terminan destruyendo la vida, el matrimonio y la familia.

Pero llevar a la cárcel a un sacerdote por defender la familia y el matrimonio es legal??:

NUNCA podrá ser legal llevar a una persona a la cárcel por opinar y peor aun acusándole que por ser sacerdote no puede opinar y lo más grave acusarle de “incitar el odio”, dejando a un lado el derecho a la libertad religiosa.

Señor Defensor del Pueblo, el derecho a la libertad religiosa es reconocido por el ordenamiento jurídico como derecho civil de  TODOS los ecuatorianos, cuya garantía y efectividad también puede ser exigido mediante el ejercicio de una acción en el orden jurisdiccional.

La Defensoría del Pueblo no puede por su mismo fin fundacional,  desconocer los derechos humanos, y recordemos que ocupa un lugar destacado el derecho a la libertad religiosa, al ser inherentes a la misma dignidad de la persona humana, es un derecho anterior al Estado, y su protección y garantía justifican la existencia misma del Estado y sus potestades.

Los derechos humanos no existen porque el Estado los reconozca, sino que son anteriores y superiores a los derechos positivos, y el Estado viene obligado a protegerlos y salvaguardarlos.

Es más, podríamos decir que los derechos humanos constituyen la esencia o el pilar que sustenta todo el ordenamiento jurídico, hasta el punto de que su respeto, o no, revela la legitimidad de un Estado.

En definitiva, dar curso a una demanda que podría llevar a la cárcel a un sacerdote atenta los derechos humanos de un 85% de ciudadanos ecuatorianos y vuelve ilegítimo al Estado.

 Atentamente,

Amparito Medina

RED VIDA Y FAMILIA