Manifestación política en Praga, convocada por grupos ultraderechistas |
Hasta hace pocos años esa relación de términos eran el
paradigma que se anquilosaban en mis ideas, pero mientras mi interés en la
política crecía y me involucraba más en ella, fui abriendo mis ojos a una aguda
realidad: fundamentalmente la extrema izquierda y la extrema derecha son lo
mismo.
El fundamento básico de ambas filosofías es similar: el
colectivismo. Para entender mejor este termino, digamos que el colectivismo sostiene que el individuo no tiene derechos, que su vida y su
trabajo le pertenecen al grupo y que el grupo puede sacrificarlo a su antojo
para sus propios intereses. Es evidente que la única manera de poner en
práctica una doctrina de este tipo es por medio de la fuerza y el estatismo,
que en ambos casos, siempre han sido el corolario político del colectivismo.
El comunismo y el
fascismo son variables del colectivismo. Ambas sostienen que el grupo es más
importante que el individuo, por ejemplo, que el individuo puede ser
sacrificado por el “bien mayor de la cantidad mayor”.
El bien común que
pregona la Doctrina Social de la Iglesia va en sentido contrario y moderado.
Pero el colectivismo del fascismo y el socialismo creen profundamente en que el
Estado debiese ser todopoderoso y la gente debe obedecer al Estado por el bien
mayor. A diferencia del Bien común que pregona la DSI, ellos creen que es el
Estado es quien debe reconocer los
derechos, no están arraigados en el cuerpo
y el alma del individuo, sino que deben
ser concebidos por el Estado.
El gran fraude en
el que vivimos hoy en día es que nos han dividido en derechas e izquierdas y en
sus extremos posibles. Un Estado sano
que desee mantener una sociedad sana debe luchar porque las sociedades superen sus
diferencias ideológicas y se reconcilien de forma tal que el tejido social se
ocupe de unirnos en ideas comunes y no dividirnos en torno a ideas falaces.
Siguiendo esa línea lógica, hemos recibido últimamente
muchos ataques en nuestra cuenta de twitter @votocatolicoec acusándonos de
extrema derecha y fascistas. ¿Corresponde eso a la verdad? No, todas esas
acusaciones son fundamentalmente engañosas. En el Observatorio nos enfocamos en
promover la Doctrina Social de la Iglesia como el mejor plan de Gobierno. En
defender la vida, la familia y la libertad religiosa. Encarnamos acciones a favor no solo de
nuestros propios derechos sino de ajenos.
Nuestras luchas y conquistan nunca van marcadas por una agenda
religiosa sino por los derechos civiles, tan venido a menos en este país.
Si defender los Derechos Humanos nos endilga de forma
facilona el mote de fascistas y extrema derecha, que lejos estamos de un país
donde las ideas se debatan con altura.
http://www.youtube.com/watch?v=9fEMHB9kksM
ResponderEliminar