Por: Andrés
Elías @andreseliascom
En el debate
sobre las drogas, es curioso constatar que, a pesar del “discurso oficial
dominante” favorable a la regulación, el debate sustancial continúa sin
esclarecerse. Las voces a favor parten de la premisa de beneficio al
consumidor. La estructura de ese criterio
dominante “funciona bien” en el papel pero mal en su aplicación a la vida real.
Algunos de los argumentos a favor tienen una lógica perfecta tan solo en
apariencia.
En ningún país
la marihuana está completamente legalizada. Uno de los más notoriamente
tolerantes es Holanda, que permite el consumo de hierba en los cofee shops, pero
aún así los propietarios solo están autorizados a vender cinco gramos, el equivalente a un cigarrillo.
Recientemente, el gobierno holandés prohibió la venta de drogas a extranjeros.
Pero no siempre fue así. En la década de los 70, cuando Holanda despenalizó la marihuana
y se podía fumar en plazas públicas. La fiesta acabó pronto. Desde entonces el tráfico solo
aumentó. La experiencia holandesa derrumba uno de los más rígidos pilares de la
defensa de la liberación: que la venta autorizada pondría fin al tráfico.[i]
En aquellas
épocas se esperaba que el experimento social de tolerancia a las drogas
disminuya el mercado negro, el consumo, la violencia relacionada al tráfico y
otros fenómenos relacionados al tema. Sin duda alguna, la pendiente resbaladiza
donde se asentaban esas expectativas pronto iba a derrumbarse.
La ironía de
muchos jóvenes que persiguen la legalización es que quieren libertad
consumiendo una sustancia que los esclaviza. La ciencia médica ha ofrecido
pruebas contundentes e irrefutables del daño que causan las drogas.
A partir de premisas,
para excusar al consumidor, se acude al argumento que la regulación sería
beneficiosa para la sociedad. Se ha dicho por ejemplo que la regularización
eliminaría el mercado negro. Retóricamente no se distingue al consumidor ocasional
con el enfermo/dependiente.
Ésta actitud
avinagrada de los pro legalización me recuerda a lo que decía Ortega y Gasset:
“quién se desajuste de la verdad y no tenga la voluntad de ser verídico, es un
bárbaro”. Muchos pensadores libertarios se sumergen en la conceptualización, se
aferran a sus ideas de liberalizar el consumo, en una terquedad intelectual que
resulta pasmosa.
La propaganda
engañosa y las estadísticas manipuladas están supeditadas al propósito, el
discurso oficial invalida toda retórica y lamentablemente para quienes le hacen
el juego a la propaganda goebelina puede resultar más seguro creer en una
mentira que dar crédito a la verdad.
Hace poco una
cadena nacional en contra de Andrés Páez sobre este tema, me hizo recordar esta
frase: “Todo aquello que está de acuerdo con nuestros deseos personales parece
verdad. Todo lo que no está de acuerdo nos enfurece”.
Algunas manifestaciones
de la propaganda orwelliana a favor de las drogas, son detestables. No pueden exhibirse
sin afectar la paz social, y su sentido va más allá de una postura sobre la regulación
de las drogas, abren una brecha entre
padres e hijos. Basta ver la propaganda que muestra a un padre tomando alcohol
y una madre fumando cigarrillo. No creo que sean errores de juicio cometidos
desde la buena fe.
En muchos
capítulos de esta telenovela llamada “regulación de las drogas” hemos visto como
los que participan de la posición oficial son incapaces de comprender que
alguien puede tener un punto de vista distinto del suyo,
para ellos, cualquiera que se atreva a cuestionar el dogma oficial solo puede
hacerlo por odio al Gobierno. La visión antidrogas trasciende la política,
nosotros estamos a favor de la familia y la sociedad ecuatoriana.
Mientras el
Estado pareciera entender los argumentos en contra de la tolerancia cero a la
Usura pareciera desconocerlos en cuanto a la tolerancia cero a las drogas, ¿qué
motivaciones tendrán?, solo Dios sabe.
[i]
Revista Vistazo No.1092/ Febrero 22/2013
La complejidad en la forma de escribir resta efectividad y reduce la "audiencia", por favor, sean mas concretos, den datos, refuten, y sigan adelante, un abrazo
ResponderEliminar