DE ARTISTAS A ASAMBLEISTAS

Una de las pocas coyunturas de nuestra clase política es el uso de actores, deportistas y músicos dentro de sus filas. Varios son los grupos políticos que tienen en sus cuadros electorales a diferentes personalidades del mundo del entretenimiento, pero ¿cuál es el real impacto que han tenido los artistas en la vida política del Ecuador? Eso pretendemos analizarlo en estas breves líneas.

Todo artista ecuatoriano está habilitado como actor político y puede participar en los próximos comicios aspirando a cualquier dignidad. Esta vieja práctica partidista de insertar a ritmo de fuerza a los artistas en la clase política se ha extendido muy virulentamente y casi ningún partido político que se precie de serlo escapa a su irresistible atractivo, esta antigua estrategia de la democracia moderna de elegir reconocidas figuras para ahorrarse los costos del posicionamiento de la imagen del candidato, ha servido, sino remitámonos, al caso de Gabriela Pazmiño, quién fue una de las Asambleístas más votadas de su Provincia.

Los partidos políticos aprovechan la desinformación de la población en general para colocar en la Asamblea Nacional figuras banales y fútiles, recordemos, los electores desinformados votan siempre apasionadamente, ven, en la papeletea una acercamiento emocional hacia el artista no hacia el político, ven la cara del actor no su propuesta, ven el personaje no la real dimensión de la persona.

No es difícil imaginar que no se vota por la propuesta sino por la Imagen, sino públicamente les solicito a Johanna Carreño, Jaime Enrique Aymara, Iván Hurtado, Ulises de la Cruz, Gerardo Mejia, Gerardo Morán, Claudia Campozano, Mario Cabezas y María Mercedes Pacheco su plan de legislación o sus propuestas en caso de ganar un curul en la Asamblea.

De  de por sí, que la carrera política está muy desacreditada, el artista puede generar no solo el desgaste de su propia imagen sino un rechazo total hacia ella, sabemos que hay políticos muy desubicados con la realidad del país, más atentos a sus interés que a cualquier otra cosa (sin nombres, por favor) y en la música ni que decir. ¿Qué ocurre cuando juntamos los dos campos? El desastre.

El impacto de los artistas en la vida política de nuestro país no solo que ha sido nulo, ha sido perjudicial, ya que a menudo los artistas se convierten en títeres políticos de los Jefes que los promovieron, por lo tanto se convierten en alza manos, es rarísimo encontrar un artista de presidente de las distintas Comisiones, o legislando como la ley manda, o debatiendo con empeño sobre lo que no le parece correcto. 

Pero esta tendencia tiene también sus aspectos positivos que vale la pena resaltar y que nuestra clase artística-política se digne en atender. Primero que los artistas estén inmersos en la política, nos sugiere, que los partidos políticos deben mejorar sus propuestas y candidaturas para impresionar a los electores, si quieren realmente llegar al poder. No promover el voto por la imagen de personajes famosos.

Segundo, no todos los artistas son malos políticos. Hay casos y casos. En nuestro país, hemos tenido personajes que van desde peloteros, comunicadores, comediantes (en realidad son políticos), cardiólogos, entre muchos otros, aspirando y ocupando posiciones importantes en el Estado y muchos lo han hecho muy bien, no citaré cuales para no exaltar la polémica. En el plano internacional les hacemos un pequeño resumen de ciertas aristas que se destacaron en la política.

El extinto Ronald Reagan fué el cuadragésimo presidente de los Estados Unidos, Como presidente, Reagan implementó nuevas y osadas iniciativas políticas y económicas. Reagan fue actor de Hollywood durante muchos años. 

También en la década de los 90s, el famoso cantante y activista político Palito Ortega lo hizo muy bien al frente de la Gobernación de la Provincia de Tucumán en Argentina y como Senador.

Sonny Bono, cantante y ex marido de Cher, llegó a convertirse en Alcalde de Palm Springs, todo comenzó cuando intentó abrir un restaurante en la localidad californiana y se encontró con la dura burocracia de permisos y licencias, Bono se empeñó en cambiar todo eso y no sólo lo logró, sino que además creó el Festival Internacional de Cine de Palm Springs, que sigue celebrándose en la actualidad en memoria del fallecido cantante. Fue durante muchos años Senador de los Estados Unidos.

Otras figuras destacadas son el panameño Rubén Blades como Ministro de turismo de su país, Gilberto Gil como Ministro de Cultura de Lula, el senegalés Youssou N Dour Alcalde de Dakar, también en Italia y aunque nada destacado, Miguel Bosé luchó junto a la ex actriz prono Ciccolina en el Partido Radical Italiano a favor de la legalización del divorcio, del aborto, de las drogas y por las libertades civiles. 

En España tenemos un caso muy particular La artista Yola Berrocal fue candidata a la Alcaldía de Marbella tenía propuestas tales como: jornada laboral de cuatro días, cirugía estética pagada por la Seguridad Social o residencias para gente necesitada de ellas. 

No obstante, esperamos que este fenómeno tan popular sea sólo temporal, ya que la política en el sistema democrático, requiere más que la habilidad para atraer y persuadir a los votantes en las contiendas electorales sino presentarle al electorado propuestas claras. 
Confiamos que la tendencia a recurrir a artistas populares, sin capacidad para ejercer funciones para la que han sido propuestos, desaparecerá en el futuro.

Para aquellos artistas que aspiran convertirse en políticos, es necesario que entiendan que no se juega con el mandato de la población. Dicho derecho no debe ser desperdiciado.

Para aquellos partidos que incluyan en sus filas a artistas deben asegurarse que los mismos tengan buen desempeño, acorde con las expectativas de los votantes y con el nivel de respeto que la posición merece.

Viéndolo desde el punto de vista de la responsabilidad que se les otorga a través del voto, los que decidan participar y sean elegidos, deben capacitarse y prepararse mejor en el conocimiento de las leyes y operación del sistema judicial y legislativo; familiarizarse con los problemas por los que atraviesa la nación en dicho periodo; involucrarse de manera seria y activa en los debates públicos y propuestas de iniciativas con miras a solucionar la problemática en que está sumergida nuestra nación. De esta manera, demostraran a la población que mas allá de cantar, bailar , tienen capacidad para realmente velar por el interés colectivo.

Pero el drama diario y la comedia irónica que se realiza desde el poder, dejan mucho que desear. La burla está en nuestra capacidad de reconocer detrás de cual artista hay un verdadero potencial político; y detrás de algunos políticos, un tremendo artista.

Para finalizar diría el impacto de los artistas en la vida política del Ecuador es casi nula.