Carta abierta para quienes promueven el aborto

Carta abierta para quienes promueven el aborto

Nota del autor: Me da lástima conocer que ya no estamos seguros ni en el vientre de nuestras madres, eso me impulsó a escribir esta carta abierta.

No aspiro a una comprensión súbita de porque decirle NO AL ABORTO. Peor aún no pretendo un asombro reverencial hacia mis argumentos, pero si tienes una aguda inteligencia al menos aspiro a que interiorices lo que tengo para decirte.

Se necesitan mil volúmenes de enciclopedia para construir una persona de la “nada” con proyectos, instrucciones detalladas y órdenes de trabajo. El hierro de nuestra sangre, el calcio de nuestro hueso, el carbón de nuestro cerebro, inclusive, todos los átomos que nos configuran, son hechos a partir de un trabajo complejo de la creación. Cuando promueves el aborto, no solo que no permites la vida, destruyes la creación o si no crees en el diseño inteligente, considéralo, matando una vida destruyes la evolución.

El embrión es susceptible de convertirse en una persona como tú, con esperanzas, amores, aspiraciones, miedos,  con posibilidad de retener un masivo almacenaje de conocimiento humano, con la capacidad de sentir emociones profundas, quizás a su muerte en edad madura deje una viuda desesperada, hijos huérfanos y padres que le adoran. Tal vez se convierta en un hombre admirado por sus consejos y juicios, sentido del humor y visión valerosa. El aborto te ha privado completamente de la oportunidad de ser un humano en el futuro. Cuando promueves el aborto no solo que matas una persona, sino que causas la pérdida de un alma. Privar a un ser humano de la vida, es terminar por completo con su existencia humana.

Los abortistas presentan meros hechos y números como para legitimizar sus aspiraciones, los números son tan  influenciables como la historia, si tu revisas un libro de historia de Perú observarás como la historia les da la razón a peruanos en cuanto al conflicto limítrofe con Ecuador, y encontrarás lo mismo a la inversa si revisas los libros de historia del. Los números solo proclaman ganadores a quienes hacen uso de ellos para influenciar. Que ingenuidad utilizar los números para probar que tiene  razón la causa pro-aborto. No ofrecen nada parecido a una prueba que fundamente sus afirmaciones.

Una cultura que tolera asumir riesgos sobre la vida humana va demasiado lejos, una civilización hipócrita donde anualmente se toleran sesenta millones de abortos, es una sociedad INFANTICIDA. Poner condones o despenalizar el aborto son experimentos, cualquier cambio a la sociedad perfectamente establecida es un experimento social, esta visión del mundo es ingenua y origina ansiedad.

La muerte del embrión ni siquiera es el fin en sí mismo, que perversión, el fin es tener la esperanza de que la madre no se convierta, en una cifra más de una madre destrozada, de una madre que va a sufrir más adelante por las consecuencias de no haber podido decidir sobre su propio cuerpo.

Siguiendo ese pensamiento, los abortistas Intentan ponderar el sufrimiento, probablemente el embrión no sufre si es que no alcanzó a formar su sistema nervioso (se forma  a la tercera semana), si es que decide abortar sufrirá la mujer embarazada o su familia, supongamos que la madre decide abortar antes de la 5ta semana ¿no recae la elección del sufrimiento en el desarrollado sistema nervioso de la madre?. Ustedes me dicen que el embrión no sufre, pero de todas formas habrá sufrimiento, pues la que sufrirá será la madre.

¿Es siempre incorrecto matar un embrión? Las bases son absolutas, no se tolera debate alguno, sobre todo partamos de un hecho filosófico para afirmar lo que hablamos. La existencia es más perfecta que la no existencia. Tu futura casa va ser mejor que si no la haces. Entonces es mejor una casa que existe que otra que no existe. Si uno está muerto no puede hacer nada para ser feliz. La vida es un don, un regalo. ¿Qué diferencia moral existe entre matar un embrión y matar una persona?. En ambos casos matas, asesinas. La vida empieza en la concepción, toda muerte provocada por otra persona es considerada un asesinato y eso debe ser penalizado.

Estas tendencias abortistas trabajan al menos marginalmente por la implantación de una serie de actividades, opiniones, que  incluye el control de periodistas, políticos y redes sociales para implementar su experimento social de volver el aborto permisivo. Ha desaparecido la ética y ha ganado el lobbismo. La sustitución del debate sustancial del derecho a la vida por las sórdidas campañas abortivas que ponderan el sufrimiento de la mujer y la aparición episódica y oportunista del principio del desprecio del cuerpo ha generado que la sociedad antes intolerante se vuelva indiferente, no podemos dejar de denunciar que  la indiferencia también es abortiva. Ahorro del dolor, derecho ajeno o drama. Preguntémosle al feto, pero déjalo nacer.

Es preciso que prestes mucha atención a ti mismo, para oír y seguir la voz de tu conciencia. Esa exigencia de interioridad es necesaria ya que la vida nos impulsa con frecuencia a prescindir de toda reflexión, examen, interiorización. Hay que formar la conciencia, y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz. La educación de la conciencia es  indispensable a todos los seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados a preferir su propio juicio y desparramar ideas que promueven la muerte.

Una última reflexión, los extranjeros se preguntan juguetonamente ¿porque esa nación  diminuta de Latinoamérica tiene tantas madres adolescente embarazadas? Ellos frívolamente se responden,  será porque no abortan! Nosotros les preguntamos seriamente ¿Será que ustedes tienen la capacidad de preguntar porque alguien les permitió vivir? Y finalizaremos diciéndoles ¡Ustedes  también fueron embriones!.

 ¿Dónde finalizará todo?